-LA ABOLICIÓN DE LOS TOROS-
En primer lugar quería hacer mención del tema que se va a tratar, el cual es el siguiente: la tauromaquia como concepto en general y los argumentos que justifican si se debe prohibir este arte cultural propio de nuestro país.
Para comenzar, la tauromaquia forma parte de la cultura española y sobre todo, de una tradición que se remonta desde hace muchos siglos. Este dato podría ser esencial a la hora de elegir si se prohíbe o no, pero por otro lado, hay que tener en cuenta que al ser una tradición no justifica la crueldad hacia los animales. Otro argumento a favor de que se realicen este tipo de “festejos” podría ser que antes de la matanza, los toros reciben buenos tratos, pero para contrastar este hecho diríamos que el aprecio y el respeto que se supone que tienen por parte de los ganaderos hacia el animal no se demuestran por medio de la tortura. Mucha gente piensa que los toros bravos únicamente son criados por su bravura durante la corrida, además de que la abolición significaría la pérdida de una especie de animales única, pero hay que tener en cuenta que a ningún ser vivo le gustaría vivir para luego sufrir de esa manera.
Continúo el texto en cuestión añadiendo que los toros forman una parte muy importante de la industria turística española, puesto que ello trae turismo al país y sobre todo, riqueza, de la cual se beneficia todo el patrimonio nacional. Por consiguiente, siempre lo hemos considerado como un símbolo del país y se tiene como costumbre celebrarlo como algo habitual, pero si somos realistas diremos que la mayoría de los turistas que vienen a ver los toros sólo lo hacen por mera curiosidad y a muchos de ellos termina por no gustarle.
Para concluir me respaldo en lo sucedido en Cataluña, es decir, en el lugar donde recientemente han abolido las corridas de toros. Desde mi punto de vista creo, y me apoyo en muchos de los argumentos descritos anteriormente, que las corridas de toros no se deberían de prohibir, no solo por formar parte de nuestro país, sino también porque ello nos enriquece, atrae turistas que provienen del extranjero y porque, por muy absurdo que pueda parecer, la profesión de torero desaparecería. Pero también creo que el maltrato hacia los animales sí se debería de abolir, de evitar que un ser vivo fallezca en esas condiciones sólo por pura diversión y/o entretenimiento. En resumen, sostengo la idea de que se sigan celebrando este tipo de fiestas pero suprimiendo la muerte del animal, es decir, que se celebren las corridas sin que se produzca ningún tipo de maltrato a su so dicho animal, permitiendo a la población que continúe visitando una de las artes y técnicas más características que nos definen como españoles.
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